De fumador a triatleta.

Después de la Garmin Barcelona Triathlon mi entrenamiento había sido irregular y algo flojo, así que a dos meses y medio de la Maratón de Barcelona 2012, me puse a entrenar con la esperanza de mejorar tiempo con respecto a la del año pasado. Sin embargo seguía igual, con irregularidad, poca constancia, aunque los entrenamientos estaban siendo de calidad, y bien duros. En ese tiempo corrí la Mitja Marató Gava-Castelldefels-Gavá y logré bajar dos minutos de mi mejor marca en media maratón. A los pocos días  y contra todo pronóstico hice la Media Maratón de Barcelona con el dorsal de Gerard.  Prefería ir a un ritmo tranquilo, parando en los avituallamientos. Y dos semanas después participé en la Maratest, una carrera de treinta kilómetros en la que me dí cuenta de que podía correr la maratón más rápido que en 2011, aunque aún quedarían doce kilómetros de más para mantener el ritmo después del famoso muro. Estaba contento. A falta de una semana de la maratón hice el test de 2×6000 en el que me salieron buenos ritmos, pero al acabar los segundos seis mil, que se deben hacer a lo máximo que uno pueda acabé con un dolor en el gemelo derecho. Por eso y de igual manera que el año anterior decidí que lo mejor en esa última semana seria descansar lo máximo posible.

 

 

La crónica:

Son las 6:45 de la mañana. Me levanto bien sudado por no haber dejado de dar vueltas durante la noche, son los nervios, como siempre. A pesar de todo estoy algo más tranquilo que en otras carreras. Me ducho, desayuno. Despierto a Clara. Ella se ducha, se viste, desayuna y nos vamos hacia casa de mis padres para poder aparcar ahí, cerca de Plaza Cerdà. Llegamos. Me quito ropa para estar ya a puntito para la carrera, pero los nervios hacen de la suyas y he de ir a casa de mis padres. Tengo tiempo, la salida es a las 8:45 y son las 7:50. Mientras estoy en casa de mis padres recibo un mensaje de Xavi G a través de Whatsapp: -A 8:15 al punt de trobada! Le pregunto por la hora de salida ya que me extraña el hecho de quedar media hora antes. Me dice: A les 8:30 ¡¡Bendito mensaje!! Son las 8:03, mie… co… me ca… ¡es a y media!¡me voy me voy! Les digo a Clara y a mi padre. Así que salgo de casa en sprint desde Plaza Cerdà hasta Plaza España. ¡Menuda manera de empezar! A mitad de camino, el gemelo empieza a doler, lo normal si estás frío y sales corriendo como un desesperado. Finalmente llego al punto de encuentro a tiempo, aunque ya hay varios que han ido a sus cajones de salida. Nos deseamos suerte y me dirijo hacia mi cajón, el de 3h-3:30h. Ni siquiera me ha dado tiempo de pensar en lo mal que he empezado el día, en lo que me ha dolido el gemelo días antes, en lo irregular que he sido entrenando, pero estoy aquí, en medio del meollo cuando sólo quedan cinco minutos. Que sea lo que Diós quiera.

8:30 Salida.

Salgo a paso lento, no hay otra opción, somos muchos. Al cruzar la línea de salida empiezo a correr y a coger ritmo. Subo por la calle Tarragona que a pesar de hacer subida se hace bien. Llego a la intersección con Berlín, ahí está Clara, la saludo y le digo que voy regular, que me duele el gemelo. Sigo adelante, el ambiente a pesar de lo temprano que es ya es espectacular, hay mucha gente animando. Corro por la Diagonal, voy a 4:40min/km, aunque con dolor. De repente oigo gritos: Heeeee, hijo… cab… Me giro y veo al mayor idiota, que he visto en mucho tiempo en una carrera. Un hombre al que le apetece cruzar con su bicicleta, y cruza, entre medio de todos los corredores, bloqueando a todo el mundo, y lo que es peor encima recriminando a los que le llaman la atención. Bajo por el Camp Nou, esto hace bajada, me dejo ir y aumento un pelín el ritmo. Bueno, parece que el dolor en el gemelo está ahí, pero de momento se puede soportar. Sigo por Travessera de les Corts y ahí veo a mi padre al otro lado de la calle ¡Papaaaaaaa! le grito e intenta seguirme con la cámara. Un poco más adelante de nuevo veo a la familia Trienjoy fotografiando a los corredores otro año más. Al bajar por Numancia y en la intersección con Berlín busco a Clara de nuevo, pero no la veo, además voy concentrado en intentar que le gente nos anime, que están muy callados, y parece que funciona. Ah no, los gritos de ánimo no son gracias a mi, me acabo de dar cuenta de que estoy corriendo al lado de dos Superman ¡qué cosas tiene la Maratón! ¡me encanta!

Sigo por Avinguda de Madrid y vuelvo a ver a mi padre, y le comento el dolor en el gemelo ¡me duele! exclamo. Pero sigo, hay que seguir hasta donde pueda. Me suena el móvil, es Mario –mi liebre de los últimos doce kilómetros- cojo el móvil, me pregunta por mi estado, y le digo que sigo, que si abandono le llamo. Veo a Mario en Sants con Brasil. En ese momento oigo a alguien que habla muy alto, y que va comentado su paso por el Carrer de Sants, diciendo que es una de las calles más importantes de Barcelona. Entonces me giro y veo que va con su cámara de vídeo explicando en primera persona su maratón ¡mola! Llego a Tarragona ¡aquí si que hay gente y ambientillo! En Gran vía empiezo a ver las animaciones que ha preparado la organización, cada vez hay más gente en la calle y eso anima mucho. Passeig de Gracia, Roselló, Indústria, Sardenya. Este año pasamos por el otro lado de la Sagrada Família, me da la sensación de que hay menos ambiente que en 2011, puede que sea por que éste año no están instalados en la zona los fotógrafos de Marathon Photos. Llego a Valencia y…¡qué co…! ¡ostras! Me duele las plantas de los pies, sobretodo el izquierdo. En Avinguda Meridiana veo a Clara y se lo comento.

Pero sigo, hay que seguir ¡venga Javi! me digo. ¡Hey! ¿Tu eres el de De Fumador a Triatleta? Entre el dolor y la impresión, me quedo traspuesto. Sigo hablando con Carlos, y le digo que el dolor se está acrecentando, que no lo veo claro. Me dice ¡pues estás aguantando a 4:40min/km! Eso me motiva y me planteo en seguir hasta el treinta, que ahí está Mario que se ha venido desde Herce, La Rioja, y me sabría muy mal haberle hecho venir para acabar cogiendo el Metro. Pocos metros después, en un avituallamiento, pierdo a Carlos, que le veo muy fuerte. Además los avituallamientos, igual que siempre, me los tomo en serio, bebo todo lo que puedo tanto de agua como de isotónica, a parte los geles. Puente de Calatrava, Gran Vía de nuevo, y en Rambla Prim aflojo por el dolor y un tal Alex me pregunta ¿estás bien? Asiento con la cabeza. La solidaridad entre corredores en una prueba así es muy grande. Doblo por Diagonal, y unos metros más adelante oigo desde el público ¡venga De Fumador a Triatleta! Me quedo impresionado de nuevo. Pero no tengo fuerzas ni para devolverle el grito, pero le levanto la mano agradeciendo su apoyo. Ahora mi declive está siendo grande. Veo a mi prima Alejandra y a Nacho en la intersección con Bac de Roda y ellos me animan a seguir. Pero voy mal, el dolor es grande. En Diagonal, tanto de subida como de bajada tengo que parar y aprovecho para tomarme un gel. Veo a Joaquin, de los Dragons, y durante unos metros vamos juntos, intentándonos animar mutuamente. Llego al treinta, veo a Clara, y a Mario que se a une a correr conmigo.

¿Cómo vas? Me pregunta, y la respuesta es rotunda, mal, muy mal. Seguimos, corriendo lo mejor que puedo, ya el tiempo ni me lo planteo, sólo corro, con la esperanza de poder llegar, pero estoy teniendo mucho dolor. Estamos en el Parc de la Ciutadella, esto ya es el treinta y cinco. Es entonces cuando pienso que si sólo quedan cinco kilómetros, tengo que aguantar como sea, ahora el abandonar ya no entra en mis planes. Pasamos por debajo del Arco de Triunfo, Ronda de Sant Pere, Plaça de Catalunya, Portal del Angel (el ambiente en todas esta zona es increíble)Estoy sufriendo, estoy corriendo “raro” intentado pisar de manera que no me duelan los pies, pero es imposible. El ritmo que llevo es lento.Vamos Javi vamos, me digo en mi interior. Ya estamos delante de la Catedral, y ahora sí que hay ambiente, y del bueno. Esto te quita todos los males. Carrer de Ferran y Mario exclama ¡madre mía cuanta gente! Es increíble, cada año es mejor. Me coloco a la derecha de la calle para poder ver a Angel un año más en el cruce con las Ramblas. ¡Ahí está!, ¡Angeeeeeeel! Y chocamos la mano como hace un año, y me grita ¡Viva la madre que te parió! Ya estamos, venga, ya llego, aguanta Javi, sólo es aguantar un poco más. Todo eso suena en mi cabeza sin parar mientras ya enfilamos la Avinguda del Paral·lel, los últimos dos kilómetros. Pero tengo que parar casi dos veces cada mil metros. Mario me anima en lo que puede. Llego al cuarenta y uno y paro a orinar, me podría esperar, pero me da igual, ya no puedo mejorar el tiempo. Al volver a ponerme a correr noto una rampa criminal en mi pie izquierdo ¡Agrrrrrrr! ¡Mi pieeeeee! Diós que dolor. Vamos Javi, ya está ya está, me repito. Subo y subo por el Paral·lel y a mano izquierda poco antes de llegar veo a Bea, a Pau, Guillem, Inma y Anna animando al resto de miembros de los Dragons.

Doblamos en Plaza España y ya está, los últimos ciento noventa y cinco metros, el camino hacia la gloria, y en mi caso también es el fin del sufrimiento.

He llegado, hemos llegado. No se puede decir que esté triste, ni mucho menos. Pero sí que es verdad que estoy decepcionado y tengo mucha rabia interior. Sabía que a pesar del dolor en el gemelo, si aguantaba bien, podía mejorar el tiempo. A pesar de mi irregularidad entrenando había mejorado mucho. Pero el dolor en los pies ha sido inesperado, y muy doloroso, horrible. Lo peor de todo es que independientemente del tiempo, no he podido disfrutar al cien por cien de la carrera, por culpa del dolor. Pero saber que he sufrido “como un perro” y que he podido aguantar, también es gratificante. Eso sí, me voy a quitar ésta espina clavada en cuanto pueda.

Finisher ora vez de ésta magnífica maratón que tenemos en Barcelona.

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Mi enhorabuena a todos los miembros de los Dragons. Todos los que participaron, todos, son finishers.

Mi agradecimiento a todos los que han estado ahí durante estos meses y en éste día. Y sobretodo a los fans de la página, que cada día son más y mejores. Además muchos están dejando o han dejado de fumar.

Como siempre, me gustaría dedicar esta carrera.

Este año se la dedico a todos los miembros de los Dragons que por lesión o por otros motivos no han podido correr la Maratón de Barcelona. Nacho, Paula..y en especial a Pau, que estando lesionado a aguantado todas mis preguntas y me ha dado sabios consejos, y a Isa, a quien le deseo una pronta y buena recuperación de sus lesiones, seuguro que en breve volverá a ponerse las zapatillas. También a Jaume Leiva, que seguro podrá volver a luchar por la mínima olímpica.

He acabado de escribir esta entrada en el blog aún dolorido, y han pasado casi dos semanas desde que corrí. Y no he hecho ningún esfuerzo de más. Ayer me puse en manos de Fisiosalut, y la mejoría de un día para otro ha sido muy grande. Aunque seguimos sin saber qué pudo ser el causante del dolor, el no tener la musculatura al cien por cien, el querer corregir inconscientemente por el dolor en el gemelo, las zapatillas. En fin, pueden ser tantas cosas.