De fumador a triatleta.

Mi primera maratón, mis primeros 42km.

 Hacía aproximadamente unos tres meses que deseaba que llegara este día, el día 6 de marzo de 2011 en el que me había marcado un objetivo importante, la Maratón de Barcelona.

Justo después de inscribirme y pagar dolorosamente cincuenta euros, decidí descargarme un plan de entrenamiento de la página de la Maratón de la Costa Daurada ya que Pau me había comentado que estaba muy bien . Era el plan para bajar de tres horas y media, un tiempo que para un neófito en esta distancia suponía un reto considerable. Durante este tiempo de entrenamientos debo reconocer que he pasado malos momentos. He tenido días de frío, de mucho frío, días en los que debía entrenar después de diez,  de doce y de catorce horas de guardia insoportables teniendo que alargar el día, ya fuera levantándome muy pronto como yéndome a dormir muy tarde. He debido reposar varios días por un dolor punzante en la rodilla derecha a principios de año, también debí parar por un dolor intenso en el tendón tibial posterior a un mes vista de la maratón. Y he tenido días en los que por un motivo o por otro no he salido a entrenar. Pero cuando pensaba que ya había pasado todo tuve una gripe intestinal cuando quedaban trece días para mi objetivo. Confieso que si hay algo que ha estado permanentemente atormentándome ha sido el miedo y los nervios. Muchas dudas han asaltado mi mente en estos últimos días: ¿estaré preparado?, ¿he entrenado bien?, ¿seré por lo menos capaz de acabarla?, ¿me aparecerá el dolor en el tendón y me hará abandonar? Aún así no me quise desmoralizar del todo y a falta de diez días para la carrera hice el test pre-maratón de 2x6000mts y me salió mejor de lo que me esperaba. Los primeros seis mil los hice en veinticinco minutos (4’30/Km), y los segundos en veinticinco minutos (4’10min/Km). Pero volvió el dolor en el talón tres días después, cuando salí a correr en mi último entrenamiento. Entonces decidí reservar todas mis fuerzas y todos los minutos de carrera y de entrenamientos única y exclusivamente para mi gran meta, LA MARATÓN DE BARCELONA.

 

Crónica:

Son las 5:30 de la mañana. Me levanto después de una mala noche llena de nervios, de vueltas y de peleas con el edredón intentando buscar una posición confortable  con la que poder dormir. Me levanto sudado, mucho. Tengo una mezcla explosiva en mi interior, mucho sueño, muchos nervios y muchísima ilusión. Tambaleante me voy a la cocina, desayuno una pieza de fruta, una tostada y un café para que me ayude a vaciar mis intestinos, aunque los nervios han hecho parte del trabajo. Me ducho como cada mañana y es que si no, no soy persona.  Mojo la cinta del pulsímetro, me pongo mi camiseta Craft comprada en Trienjoy y aconsejada por Toni, las mallas, los calcetines, me calzo mis Asics y ¡ya estoy preparado para la batalla! ¡Vamos Javi!, me digo. Se va acercando el momento y los nervios siguen haciendo mella, voy al lavabo de nuevo. 6:50 me llama Xavi G. y me dice que ya está debajo de casa. Bajo y le acompaño al lugar donde le he reservado aparcamiento en la calle, voy a mi garaje a dejar el coche, subo a casa a dejar las llaves del coche y vuelvo a bajar a la calle para ir con Xavi, y con dos amigos suyos uno de California, con once maratones en sus piernas y otro de Ohio (creo recordar) novato también en los cuarenta y dos kilómetros. Andamos por la Gran Via de Barcelona dirección Plaza España comentando las aventuras de cada uno mientras un espíritu maratoniano se va apoderando de nosotros.

Ya hemos llegado y el ambiente es espectacular, miles de personas deseando que lleguen las 8:30 y con ella un disparo, el momento que todos llevamos meses esperando. El día acompaña. Es un día espléndido, despejado y luce un sol radiante.

Después de orinar varias veces (y no fui el único), vamos al guardarropa a dejar las bolsas. Bajamos las escaleras corriendo para entrar algo en calor ya que no hemos calentado nada. Entramos en el cajón de salida y mientras Xavi y yo nos controlamos las pulsaciones para comparar lo nerviosos que estamos oigo una voz de fondo que me resulta familiar, me giro y ¡ostras, es Gregori! (el que fue mi profesor de latín y cultura clásica y con quien compartí unas series en el Parc de l’Escorxador). Nos damos tal abrazo que la cinta de mi pulsímetro se desata. Alea iacta est (la suerte está echada), le dice Xavi a Gregori y éste asiente con la cabeza y con una sonrisa. Nos movemos hacia delante y me despido de Gregori.

¡Suena el disparo de salida!¡Vamos Javi! Nos despedimos todos de todos, God bless America and God bless you! les digo a los “made in U.S.A”, ¡Suerte! Nos deseamos Xavi y yo. Han pasado ya más de dos minutos hasta que hemos podido cruzar la línea de salida, hay muchísima gente. Xavi marca el ritmo que queremos y debemos llevar 5min/Km. Poco a poco nos situamos a mano derecha del recorrido ya que en Carrer de Brasil con Carrer de Sants está mi padre esperándonos para vernos pasar e inmortalizar el momento en alta definición. Justo en Plaza de Sants veo a Toni disparando fotografías a todos los corredores, nos saludamos y continúo mi camino hacia la meta. Llegamos al punto PDME (Punto De Motivación Extra), está mi padre y al pobre le damos nuestras chaquetas, que ya estamos entrando en calor.

Vídeo en HD. Momento en el que le doy las chaquetas a mi padre. Carrer de Brasil-Carrer de Sants

Avanzamos por la Carretera de Sants, bordeamos el Camp Nou, Diagonal, pero algo me pasa, no estoy encontrando el ritmo y noto molestias en el tendón, entonces Xavi me dice: -Estás demasiado nervioso, relájate, intenta ir a un ritmo cómodo. Tiene razón ando algo nervioso y tenso lo que me ha provocado de nuevo ganas de orinar, creo que todos los miedos estan martilleando mi cabeza. Estamos en Travesera de Les Corts y ahí vemos a más miembros de la Família Trienjoy haciendo fotos a los corredores: -¡Trienjoy! Gritamos y nos inmortalizan en sus cámaras.

Vídeo en HD. Xavi y yo por Carrer de Berlín-Gran vía de Carles III

Seguimos hacia Carrer de Berlín, Rocafort, Tarragona, ¡Ostras!¡qué ambientazo en la Calle Tarragona!, está llena de fotógrafos y de público. El buen ambiente hace que me olvide de que ya hemos pasado los diez kilómetros y me encuentro perfecto. Ahora ya estamos en la Gran Vía, en donde aún no da el sol, tengo algo de frío.  Xavi sigue marcando el ritmo incluso estamos corriendo más rápido de lo planteado. No obstante el calor de los pocos que se han levantado pronto para animar hace que todo sea más llevadero. Casi sin darme cuenta ya hemos llegado a Paseo de Gracia y aquí ya se respira otra cosa, el sol ya calienta el asfalto, y la gente, mucha gente anima sin cesar. Por Rosellón y Valencia el ambiente está igual que en Gran Via, es normal, aquí los rayos del sol aún no han entrado y hace frío. Pero es impresionante la de gente que hay en Marina, justo delante de la Sagrada Família, espectacular. Al llegar a Valencia con Avenida Meridiana veo a un tipo apoyado en una bicicleta que me resulta familiar me fijo y: -¡ostras Ferran!¡me cago en diez! Exclamo, y él se queda sin palabras. Es un fan de la página al que sólo conocía a través de Facebook, y le acabo de conocer en vivo. Seguimos por la Meridiana “interminable” y mientras yo subo veo bajar a Josef Ajram por el otro lado. Todas estas cosas hacen que me olvide de que ya casi hemos hecho una media maratón. Llegamos al avituallamiento que hay antes de cruzar la media maratón y Xavi sigue corriendo como un galgo, cada vez que yo cojo mis botellas en el avituallamiento le pierdo de vista y tengo que recuperar terreno. Ahora ya de bajada por Meridiana, vemos subir a Pau, que hace de liebre oficial en 3:45h. Puente de Calatrava y repecho, ahora me doy cuenta de la importancia del entrenamiento en cuestas, en otro momento ese cambio de desnivel me hubiera roto. Felipe I y Gran Vía otra vez. Clara me llama: -¿Dónde estás? Me pregunta mientras corro. Acabo de pasar Bac de Roda, le digo. –¡Jod…!¡vais más rápidos! Entonces no me da tiempo, te espero en Rambla Prim con Diagonal. ¡Ok!, respondo. En ese momento oigo una señora que dice: -¡Joder! si van hablando con el móvil y todo.

Bajando la Rambla Prim veo un corredor en el suelo con la cabeza ensangrentada y pidiendo explicaciones a un Guardia Urbano. Creo que se debió tropezar con alguien que cruzó la calle cuando no debía, casi seguro. Diagonal y ya llevamos veinticinco kilómetros, a partir de aquí todo es nuevo para mí, nunca había corrido tanto. En el veintisiete decido tomarme uno de los geles Power Bar, a la vez que me cargo las pilas con el agua y la isotónica que dan en el avituallamiento, estoy aprovechando muy bien los avituallamientos para no perder más sales minerales de la cuenta e hidratarme correctamente. Estamos a punto de llegar al treinta y le digo a Xavi que yo ya no aguanto más: -¡Tengo que parar a orinar!, y así lo hacemos mutuamente. ¡Qué descanso!. Pasado el kilómetro treinta, en la esquina Rambla Prim Diagonal veo a Clara, que se ha venido hasta aquí para verme, y eso que ha dormido sólo dos horas. La veo, me ve, me hace la foto y le digo: ¡Te quiero! Ahora estoy más motivado aún.

Sigo con más ganas que antes hacia la meta, hacia la gloria. Ahora ya hace más calor y eso me va bien a mí. Mientras pienso que en pocos kilómetros me encontraré con Mario (mi liebre infiltrada para los últimos diez kilómetros), Xavi me empieza a decir que algo no va bien en él, que le duele una pierna y que tendrá que parar. Le digo que no pare, que estamos los dos juntos, que los dos somos novatos y que debemos acabar juntos. Me insiste para que yo continúe hacia delante, que me ve muy bien y yo le digo que debemos apoyarnos mutuamente. Hasta que decide darme un empujoncito y me dice: ¡Vete! ¡que tú estás de p… m…!. Le digo: ¿seguro? Y me responde: ¡sí, vete que me duele la pierna! Le animo y entonces empieza mi aventura, ¡yo sólo en mi primera maratón! Subo el ritmo y Xavi tenía razón, me encuentro casi perfecto. Llego al punto en el que había quedado con Mario, aproximadamente en el treinta y dos, le veo, le llamo y se une a la carrera. Y yo pensaba que era broma que se iba a poner los pantalones del Real Madrid… en fin…Me pregunta que como estoy y le digo que de momento estoy bien, con las piernas cargadas, pero bien. Seguimos por Villa Olímpica, Parc de la Ciutadella, ¡ostras la mujer de Xavi A!, ¡vamoooos!, me dice. Zoológico, Paseo Picasso, en estos lugares el sol y el calor que hace a estas horas a animado a salir a la gente a la calle y hay un ambientazo por las calles de Barcelona. Subiendo por Passeig Picaso veo a Toni otra vez con su bicicleta y fotografiando la carrera. Avituallamiento de Arc de Triomf  (pasado el treinta y cinco) y ahí ya le digo a Mario que mis piernas ya están empezando a fallar, que me pesan cincuenta kilos cada una y que las tengo dormidas y me tomo otro gel. Ya ha empezado “mi muro”. Estamos por el centro de Barcelona y hay muchísimo ambiente y muchísimo impaciente que cruza la calle corriendo con el riesgo de hacer caer a algún corredor. Ronda de Sant Pere, Plaza Catalunya (indescriptible la cantidad de gente y el ambientazo) Portal del Angel, bajamos por Vía Laietana, torcemos por Ferran para llegar a las Ramblas. En Carrer de Ferran con Las Ramblas he quedado con Angel, un compañero de trabajo. Al llegar ahí me encuentro con un embudo de gente bestial, voy corriendo mirando a los lados en busca de él. De repente: ¡Venga Xavi (así me llaman en el trabajo) vamoooooos! Y ¡Zas! Chocamos las manos como si lo hubiéramos ensayado varias veces antes. Al pasar este punto y con los ánimos de Angel ya me doy cuenta de que me queda poco, que sólo es cuestión de aguantar como un jabato hasta la meta. Estamos en Avinguda del Paral·lel (por aquí entreno mucho), giramos hacia la derecha y subimos por Ronda de Sant Pau (muy buen ambiente por aquí también), ahora giramos hacia la izquierda ¡ya estoy en Sepúlveda! Me digo a mi mismo. A lo lejos puedo ver los globos de las liebres de 3:30h que me han adelantado hace unos minutos, entonces le pregunto a Mario si por detrás nos sigue algún otro globo para saber si nos van a adelantar los de 3:45h, me dice que no y respiro. Ahora, y con la meta más cerca busco a Romualdo, otro fan de la página que me dijo que se situaría en Sepúlveda con Vallespir y sí, ¡ahí está! ¡Romualdooooooooo! Le grito y me busca. Me ve y exclama ¡Javier eres un crack! (gracias Romualdo), captura el instante en su cámara y le digo que después charlamos por Facebook.

Acabo de conocer a otro fan en vivo y en directo, la lástima es no poder detenerme. Los ánimos de Romualdo me lanzan hacia delante, ¡ya queda poco Javi! Llegamos a Sepúlveda con Paral·lel dónde Clara y mi padre nos esperan. Les veo entre la multitud ¡vamos Javi! gritan. Le doy un beso a Clara y me sigue, corriendo, camino hacia la meta mientras graba con su cámara. Los Staff le dicen que debe marcharse y…en fin…yo quería cruzar la meta con ella, pero…en fin…

 Se puede apreciar lo mal que corro a esas alturas y como le digo al Staff ¡Ahora la aparto! refiriéndome a Clara…madre mía, a veces soy un poco cafre. Eso sí, en el vídeo se corta pero le mando un besazo.

¡Vamos Javi, vamos, que esto ya está! me digo. La gente grita, me quedan cien metros, las piernas me duelen, los pier me hierven, el confeti vuela por los aires, los fotógrafos disparan, el objetivo está a sólo cincuenta metros, ¡vamos Javi! me repito. Miro al cielo, a la gente, al suelo, veo el cronómetro de la meta que marca 3:38 y pienso ¡mierda!, pero miro mi pulsímetro que marca 3:33.43 ¡por poco!,¡¡¡YA ESTA, YA HE LLEGADO!!!  Y HE CUMPLIDO OTRO OBJETIVO.

 

 

Resultado

 

Me quedo con las ganas de bajar de 3:30h

Han sido días de entrenamiento, de sufrimientos, de alargar días, pero han valido la pena.

Doy las gracias a mi padre por levantarse pronto y grabarnos, a Clara por dormir sólo dos horas y venir a verme y ser como es, a Xavi por marcar el ritmo de carrera de manera perfecta hasta el kilómetro treinta y uno, a Mario por hacerme de liebre durante diez kilómetros habiendo dormido poco también, a Angel por venir a verme a Ferran-Ramblas, a Ferran, que sin saberlo me dio mucha fuerza por la Meridiana, a Romualdo quien ha estado dándome muchos consejos desde su dilatada experiencia y por quedar conmigo en Sepúlveda-Vallespir, a Xavi A y en especial a Pau, a quienes he estado bombardeando durante estos meses con preguntas sobre como afrontar la maratón, al resto de Dragons,  a Gregori que después de muchos años quedó conmigo para entrenar y para explicarme lo que se siente en una maratón, a Gemma por escribirme un SMS a las 7:30 de la mañana deseándome suerte, a Fisiosalut por el trabajo de Eva y de Julia realizado en mis piernas, a Pilar G que me hizo el vendaje para mejorar mi tendón, al Dr.Fernández por valorar mi electrocardiograma pre-maratón, a Toni y a todos los miembros de Trienjoy por sus consejos, y a todos los que me han apoyado y animado durante este tiempo, en especial a todos los fans de la página de Facebook que siempre han estado ahí.

Espero no olvidarme de nadie y si así es, gracias también.

GRACIAS A TODOS.

Quiero dedicarle este logro personal a todos loa que me habéis apoyado durante estos meses, pero en especial se lo quiero dedicar a Víctor V, a Mariana G, y a Marga y Juanma.

En la próxima ¡bajaré de 3:30h seguro, lo prometo!

SEGUIMOS CAMINANDO HACIA EL IRONMAN

 

Heridas de guerra reparadas con métodos del Dr.Fernández.

Me salió una ampolla justo debajo de la uña lo que hizo que sintiera mucha presión en ella. En estos casos, para drenar la sangre acumulada de debajo de puede perforar la uña con una aguja caliente, de esa manera disminuye la presión y el riesgo de perder la uña.

NO INTENTEIS HACERLO SI NO LO HABEIS VISTO NUNCA, OS PODES HACER MUCHO DAÑO